Tijuana.- Con una inversión de 600 millones de pesos, el SAT y la Secretaría de Hacienda construyeron y crearon en Tijuana la aduana del siglo XXI, la más moderna y avanzada en tecnología de las 49 que operan en la República, como una muestra de la importancia que otorga el gobierno federal a Baja California por su crecimiento y desarrollo económico, así como para impulsar la megaregión Cali-Baja.
La comunidad de empresarios importadores, exportadores y agencias aduanales, reconocen ese esfuerzo federal porque están estableciendo el PITA (Proyecto de Integración Tecnología Aduanera) con capacidad de revisar con rayos gama, rayos x, sensores de calor, así como un sistema de cámaras de vigilancia todas las operaciones y cruces en garitas, desde su ingreso hasta su salida.
Es tal su eficiencia que detecta armas, billetes, mercancías; fotografía a conductores y acompañantes, las placas delantera y trasera de cada unidad. Y todos los puntos de revisión y paso, con visión de 360 grados alrededor y 180 del piso hacia arriba, creando un sistema de operación muy transparente.
Asimismo, se ha creado un recinto fiscal estratégico que opera en despacho conjunto con agentes del CBP de Estados Unidos en Tijuana y de México en sus garitas para hacer las revisiones, dándole una gran celeridad tanto a las importaciones como a las exportaciones, en promedio de 15 minutos y máximo una hora, comparado contra las cuatro horas mínimo antes para cada transportista de carga en ambos sentidos.
Un vocero de la comunidad empresarial, reconoció el gran avance logrado en la aduana de Tijuana, El Chaparral y Otay I, pues han crecido y agilizado las operaciones comerciales, explicando que en esta ciudad pasan entre 6,000 y 7,000 unidades, con el impulso del administrador con basta experiencia y decisión.
De esas 6,000 operaciones en tracto-camiones, unas 2,000 corresponden a exportaciones y unas 1,800 para exportaciones, considerando los valores en 55% para mercancías que salen y 45% para las importaciones.
Comentan que la gran trasformación de la aduana de Tijuana inició en 2012 y este año se han marcado los avances, porque Hacienda no ha escatimado la inversión para hacer de Tijuana la aduana más moderna del país.
Para dimensionar la capacidad y crecimiento de las dos aduanas, comentaron que de enero a abril se registraron 353 mil 256 operaciones, con un crecimiento en operaciones comerciales de 3.6% más que el año anterior.
A este dinamismo de la mega-región Cali-Baja no le afectó en nada, el cambio de presidente en Estados Unidos.
Con éste volumen de operaciones, más el cruce turística de 45 mil vehículos en El San Ysidro-Chaparral y 20 mil en Otay, aparte de un gran movimiento de peatones, la Aduana en Tijuana operada con 286 elementos.
Sobre la dilación en el cruce fronterizo de El Chaparral, ellos comentaron que no es culpa del SAT, ni de su personal, lo qué pasa es que en horas pico los fines de semana, la conexión del freeway 5 hacia El Chaparral se vuelve un embudo.
Pero aparte los ciudadanos al cruzar a Estados Unidos son muy bien portados, pero al regreso, no respetan los señalamientos en las islas de ingreso, es decir no esperan que el auto de enfrente pasé por la pluma, se pasan el rojo y eso paraliza el sistema automatizado de 40 segundos, lo que frena la pluma y tienen que arreglarlo.
Comentaron que cuando la gente cruza a Estados Unidos, pueden durar en fila más de dos horas, cuando los pasan a revisión secundaria lo hacen con mucha educación, esperan al oficial y no están hablando en el celular.
Aunque, de regreso, si hay filas largas, algunos van protestando, pitando, utilizando el celular y en ocasiones son irrespetuosos con los oficiales, cuando les toca revisión aleatoria.
El sistema inteligente que opera la aduana, no solo toma fotografía del chofer y acompañante, las placas, sino además saben el tamaño de la unidad, el peso promedio y sí lleva sobrecarga, aparte de que antes al cruzar revisan con rayos gama, los pueden revisar, aunque hayan pasado con el verde del semáforo.
Transportar mercancía indebida o ilegal, los hace acreedores a multas, así como al decomiso de la unidad, en garantía del interés fiscal.
