El exgobernador de Tamaulipas está acusado de conspirar para lavar dinero y de ayudar a facilitar operaciones ilegales de transferencias de dinero”, dice un documento judicial publicado por las autoridades de Texas, en Estados Unidos, fechado el 27 de febrero de 2015, en el cual hacen referencia a Eugenio Javier Hernández Flores.
Este político, que aún forma parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI), está siendo investigado en EU –y supuestamente también en México– por presuntos nexos con el crimen organizado, con Los Zetas y el Cártel del Golfo, en particular.
Esto sobresale en el marco de los arrestos de los exgobernadores Tomás Yarrington y de Javier Duarte, ambos del PRI.
Según el medio de comunicación Breitbart, este priísta está acusado de utilizar dinero del Cártel del Golfo y Los Zetas para poder comprar bienes inmobiliarios en Mc Allen y Austin.
En 2001 ganó la presidencia municipal de Ciudad Victoria, fecha en la que según las autoridades de EU, comenzó a recibir dinero de Los Zetas con la finalidad de dejarlos operar en la región, dinero con el cual supuestamente financió su candidatura para la gubernatura del estado.
Casi al final de su administración, particularmente en diciembre de 2010, se registraron 721 asesinatos, la cifra más alta desde 1997, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Esto fue justificado por Hernández señalando que estas muertes eran un reflejo que el combate al narcotráfico era “real”.
“Estamos ante una cadena delictiva de gran alcance. Nos duele y nos lastima la magnitud que ha alcanzado la violencia en algunas de nuestras comunidades”, aseguró el entonces gobernador en su Sexto Informe de Gobierno.
A pesar de que en 2006 el priísta le dio la espalda a su partido al no apoyar la candidatura de Roberto Madrazo Pintado y sí la de Felipe Calderón, el panista abrió una investigación en contra suya y en contra de Tomás Yarrington y Manuel Cavazos, exgobernadores de la entidad, acusados de lavado de dinero, narcotráfico y delitos fiscales.
Gracias a ello, le incautaron 10 propiedades que presuntamente compró de manera irregular, sin embargo, las investigaciones no dieron más resultados y en 2013 la PGR le dio “carpetazo” al asunto.
Destaca que ese mismo año, pero en agosto, Guillermo Flores Cordero, originario de Coahuila, fue detenido en San Antonio, Texas, y declarado culpable de lavado de dinero. El inculpado dijo que Eugenio Hernández “utilizó [sus] empresas ficticias para enviar dinero de México a cuentas en el Valle del Río Grande a nombre de terceros, para encubrir la procedencia de los fondos”.
Así, un año más tarde, un Juez de Ciudad Victoria decretó la inmovilización definitiva de las cuentas bancarias de Óscar Manuel Gómez Guerra, esposo de Elsa Hernández Flores, hermana de Eugenio, al ser señalado como el principal prestanombres del exmandatario.
“Ambos son considerados fugitivos de la ley [de Estados Unidos] y se mantiene una orden de arresto contra ellos. Cualquier persona que tenga información de su paradero, se les pide contactar a la Administración Federal Antidrogas (DEA) al teléfono (713) 693-3000”, dice un documento de la Corte federal de Texas.
“[Hernández es probable responsable de] transferir y tratar de trasmitir instrumentos y fondos relacionados con el producto de actividades ilícitas”, indica la publicación, la cual lo acusa a él y a su cuñado de realizar “transacciones que involucraron ganancias específicas procedentes de actividades criminales. Llevaron a cabo transferencias ilegales de dinero procedente de negocios ilícitos aun sabiendo el origen de todo ello”.
Por su parte, el exgobernador dio a conocer un comunicado en donde se deslindaba de todas las acusaciones “falsas” y aseguró estar “limpio”.
“Estamos tranquilos, estoy trabajando con mis abogados para ver la mejor forma de aclarar esta situación con el Gobierno de Estados Unidos”, dijo en una entrevista para Radio Fórmula.
