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Desarrollan sistema para optimizar telescopio de San Pedro Mártir

1cnxadmin
By 1cnxadmin
octubre 19, 2017
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En el Instituto de Astronomía de Ensenada, Baja California, desarrollan un sistema que perfecciona el funcionamiento del telescopio del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) en San Pedro Mártir, para que aporte las mejores imágenes.

Luis Salas, investigador en la sede de Ensenada del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que el telescopio tiene un espejo que pesa dos toneladas y tiene una parábola hecha de un material vitrocerámico con dos metros de diámetro y cerca de 26 centímetros de espesor.

Señaló que soportarlo dentro de su celda es complicado, pues por su propio peso, puede torcerse ligeramente y desenfocar la imagen; “hasta una desviación de una micra, es decir, la milésima parte de un milímetro, resulta demasiado”.

A fin de evitar esto, en 1995 se instaló un soporte activo en el telescopio, que funciona con una serie de 18 bolsas de aire independientes que al inflarse o desinflarse corrigen la forma del espejo.

En 20 años, ese sistema ha demostrado su efectividad, aunque también sus limitaciones, por lo que Luis Salas colaboró con Elfego Ruiz, Erika Sohn y Esteban Luna, entre otros académicos del instituto, en el perfeccionamiento de ese mecanismo.

Ese sistema empuja las bolsas contra el peso del espejo para corregir su posición sólo para ver hacia arriba, pero para seguir a las estrellas debe inclinarse mucho y cuando esto pasa deja de descansar sobre dichos soportes.

En 2014, se les ocurrió producir vacío en las celdas, con lo que se jala el espejo hacia atrás y las bolsa siguen con su función sin importar la inclinación, a ese sistema lo denominaron push pull.

La propuesta celda activa push-pull fue instalada y probada en el telescopio con resultados satisfactorios, pues al variar el vacío en función del ángulo cenital, es factible hacer observaciones al límite para todas las configuraciones del telescopio.

Explicó que funciona a través de un complejo equilibrio en el que la parte óptica funciona como un lazo externo que rige lo demás; luego viene la informática, encargada de analizar y decidir cómo se realizarán las acciones.

La mecánica, que comprende las bolsas de presión, válvulas de vacío y motores, y la electrónica, pues todo se controla a través de circuitos.

“No obstante, esto lo hicimos como un sistema adicional que se comunica con el anterior, aunque como un módulo aparte. Hemos observado que hay detalles que no quedan como deberían, porque en esta intercomunicación se pierden detalles”, indicó.

Uno de los problemas de intentar hacer que dos sistemas, uno de 1995 y otro de 2014, trabajen en conjunto, es que la computadora instalada hace 20 años no tiene capacidad de conectarse a Internet y la única manera de instalarle un programa es con disquetes de tres pulgadas.

“Por ello aún hay cosas que nos gustaría, pero que no podemos concretar. Lo que sigue es integrar ambos sistemas en uno, usando computadoras más modernas. Creo que lo lograremos pronto”, concluyó.

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