Una travesura canina que casi acaba en tragedia gamer.
Piénsalo un momento; después de un largo día de trabajo o en la escuela, atendiendo todas tus responsabilidades, sin energías para el momento de ir a casa; tu único pensamiento es el de tumbarte en el sillón y jugar tu videojuego favorito. Pero sorpresa, al llegar descubres que tu perro se lo comió.
Aunque suene a excusa barata, eso le sucedió al pobre Connor Mcllory de Irlanda; quien encontró destrozada su copia de FIFA 18 por culpa de su canino amigo Sam. Lo más triste y que le hizo enojar, fue que apenas había conseguido la obra de EA, ni siquiera había tenido tiempo de darle una checada.
Derrotado decidió ponerse en contacto, a través de redes sociales, con la gente de Amazon, donde compró el título; al explicarles lo sucedido le ofrecieron regresarle su dinero, él mencionó (un tanto en broma) que prefería una nueva copia del interactivo.
La historia tiene un final feliz, pues la tienda accedió a reponerle su FIFA 18, el cual recibió con gusto en su hogar y la dejó lejos del alcance del travieso Sam.
