‘Arreglar Facebook’, propósito de Zuckerberg para 2018
El presidente ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, pasará 2018 tratando de corregir los persistentes problemas –incluida la proliferación de discursos de odio y desinformación– que han afectado a su red social durante los últimos dos años.
“No evitaremos todos los errores o abusos”, dijo Zuckerberg en una publicación en Facebook el jueves por la mañana, anunciando su desafío personal anual. “Pero actualmente cometemos demasiados errores aplicando nuestras políticas y previniendo el mal uso de nuestras herramientas”.
Prometió analizar detalladamente el papel de Facebook en la sociedad, reclutar expertos y utilizar su tiempo personal para estudiar de cerca asuntos que dijo “tocan cuestiones de historia, educación cívica, filosofía política, medios de comunicación, gobierno y, por supuesto, tecnología”. Facebook declinó poner a Zuckerberg a disposición para una entrevista.
El empresario de 33 años generalmente había utilizado su post anual de Año Nuevo para anunciar actividades más alegres. Por ejemplo, en años anteriores se propuso correr todos los días, comenzar un club de lectura y, lo más memorable, comer solo carne que haya matado con sus propias manos.
En otros años, Zuckerberg ha emprendido misiones abiertamente personales que se alinean vagamente con las prioridades comerciales de Facebook, incluido el aprendizaje de mandarín (que podría ayudar a Facebook a entrar en el mercado chino), construir su propio bot de inteligencia artificial (cuando Facebook priorizó AI), y usar corbata para trabajar todos los días (cuando Facebook estaba tratando de señalar a los inversores y empleados que era serio acerca de ganar dinero).
Por supuesto, “arreglar Facebook” es probablemente una meta más alta que cualquiera de las anteriores.
Después de desestimar inicialmente las preocupaciones sobre la influencia de las noticias falsas en Facebook, especialmente durante la campaña presidencial estadounidense de 2016, Zuckerberg publicó una carta de 6 mil palabras en febrero, explicando cómo Facebook intentaría evitar usos dañinos de su plataforma y cómo se enfocaría en construir relaciones entre las personas.
Este verano, la compañía organizó su primera Cumbre de Comunidades, durante la cual Zuckerberg reveló una herramienta mejorada para hacer que la red sea más útil para grupos locales, como las iglesias. Y durante la llamada sobre resultados de la compañía, en noviembre, advirtió que las inversiones en seguridad para evitar abusos en su plataforma dañarían la rentabilidad.
Pero esos anuncios se han visto ensombrecidos por las revelaciones sobre la actividad de propagandistas conectados con el Kremlin.
En su publicación, Zuckerberg señaló que una de las preguntas más interesantes de la tecnología en este momento es sobre la centralización frente a la descentralización.
“Muchos de nosotros nos metimos en la tecnología porque creemos que puede ser una fuerza descentralizadora que pone más poder en manos de las personas. (Las primeras cuatro palabras de la misión de Facebook siempre han sido “darle a la gente el poder”.) En la década de 1990 y 2000, la mayoría de la gente creía que la tecnología sería una fuerza descentralizadora.
“Pero hoy, muchas personas han perdido la fe en esa promesa. Con el surgimiento de un pequeño número de grandes compañías tecnológicas y gobiernos que usan la tecnología para vigilar a sus ciudadanos, muchas personas ahora creen que la tecnología solo centraliza el poder en lugar de descentralizarlo”.
Agregó que hay importantes contratendencias frente a ello, como el cifrado y las criptomonedas, que toman el poder de los sistemas centralizados y lo devuelven a las manos de las personas. Pero tienen el riesgo de ser más difíciles de controlar. “Me interesa profundizar y estudiar los aspectos positivos y negativos de estas tecnologías, y la mejor manera de utilizarlas en nuestros servicios”.
Zuckerberg prometió centrarse en “asegurarse de que el tiempo pasado en Facebook sea un tiempo bien empleado”.
“Este será un año serio de superación personal”, dijo. (Con información de El Financiero)