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Facebook contra publicación de fotografías íntimas

1cnxadmin
By 1cnxadmin
abril 05, 2017
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Facebook, anunció este miércoles nuevas medidas y herramientas para acabar con la pornografía sin consentimiento, también conocida como pornografía por venganza.

Esta práctica es un problema grande en internet y también lo es en Facebook. Tiende a centrarse en mujeres y sus consecuencias arrancan en daños a la reputación de una persona, que terminan por extenderse hacia su vida académica o laboral, por ejemplo. Una víctima caracterizó esta experiencia en Reddit al decir “es como si todo esto hubiera hecho metástasis en mi vida”.

La red social asegura haber trabajado con más de 150 organizaciones en países como Estados Unidos, India, Irlanda, Kenia, España, Turquía, Suecia y Holanda para encontrar mejores prácticas sobre cómo lidiar con este problema. La escala de estas conversaciones, de esta colaboración, a su vez refleja el alcance y la importancia de este tema.

“Si encuentras una imagen que parece haber sido compartida sin autorización en Facebook, puedes informar a Facebook de este contenido haciendo clic en la flecha localizada en la esquina superior derecha o en los ‘…’ situado junto a la publicación. Una vez hecha la queja, un miembro de nuestro equipo de Operación de Comunidad, entrenado para revisar y eliminar estas imágenes, analizará si se violan nuestras Normas de la Comunidad. En muchos casos, también vamos a suspender la cuenta de quien compartió estas imágenes íntimas sin permiso. También ofrecemos un proceso claro para apelar esta decisión”, aseguró la compañía.

Una de las mayores novedades en el tema es que la compañía utilizará reconocimiento de imágenes para identificar si el material que ha sido reportado ha sido compartido más veces en la red social y así evitar su propagación. “Si alguien trata de compartir estas imágenes después de que ellas sean denunciadas y eliminadas, vamos a advertir a la persona que la imagen infringe nuestras políticas y detendremos su intento de compartir”. Este procedimiento también será aplicado en Instagram y Messenger, un paso vital, pues esta práctica tiende a expandirse en múltiples plataformas para maximizar el daño que se le puede ocasionar a la víctima.

Para principios de marzo de este año estalló un escándalo en Estados Unidos al conocerse que en un grupo cerrado de Facebook circulaban fotos de mujeres desnudas, reproducidas sin su consentimiento. Los integrantes del grupo eran en su mayoría miembros activos o retirados de los Marines, una rama de las fuerzas militares de este país. El Departamento de Defensa de EE.UU. abrió una investigación al respecto y hace un par de semanas comenzaron la audiencias en el Congreso para averiguar qué pasó y corregirlo.

“La pornografía sin consentimiento es utilizada, prioritariamente, contra las mujeres. Y es así porque funciona mejor contra ellas por nuestras percepciones culturales sobre el género y la desnudez. Una foto de una pareja teniendo sexo tiene el potencial de arruinar la reputación y la imagen de la mujer, pero no tanto la del hombre”, cuenta Cynthia Lowen, una realizadora estadounidense quien se encuentra rodando Netizens, un documental sobre el abuso en línea.

La documentalista también llama la atención acerca de lo complicado que pueden ser los procesos de reporte de este tipo de material: “Cosas como reportar los abusos no es algo intuitivo, no es simple. Y si la persona está en una situación de peligro, estresante, puede que no tenga la concentración para examinar a fondo un sitio web para encontrar por dónde reportar un acoso”.

Por esto resulta tan importante que se implementen mejores procedimientos y herramientas para frenar estos fenómenos, con justicia y equilibrio, claro, pero de la forma más eficiente desde el punto de protección de una víctima.

Este es un tema que tiene un trasfondo de derechos fundamentales. Como lo dice Lowen, tiene mucho que ver con la forma como nos construimos como ciudadanos digitales en internet, el mayor espacio público que tenemos. El uso de pornografía sin consentimiento no sólo es lesivo para una víctima, sino que su propagación también puede operar como un limitante para quienes sí quieran compartir imágenes de desnudos. Quizá no se haga a través de Facebook u otras redes sociales, pero debería poderse hacer sin miedo de sufrir consecuencias negativas.

En un documento llamado Guía Sexy de Seguridad Digital, la organización brasileña Coding Rights lo resumió así: “Nos atrevemos a decir que la vasta mayoría de nosotros ansía enviar y recibir imágenes de desnudos, todo el día, todos los días. Hacer y enviar selfies y desnudos puede ser un ejercicio de autodeterminación, así como uno de placentera resistencia contra el racismo, el sexismo, el machismo, el conservatismo y la normatividad hetero”.

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