Este jueves comenzó el proceso de liberación del mercado de los combustibles en los estados de Baja California y Sonora, por lo que, a partir de hoy, el gobierno ya no podrá establecer los precios máximos del diésel y gasolina en estas dos entidades.
Con esta medida, se espera que el precio de la gasolina aumente en los próximos días debido al retraso en el mecanismo que permitiría a los expendedores importar su propio combustible desde Estados Unidos a través de los ductos de Pemex Logística, conocido como la “temporada abierta”, lo que obliga a los empresarios a seguir vendiendo los energéticos de la empresa productiva del Estado o transportarla por pipa desde el vecino del norte, lo que incrementa sus costos hasta 10 por ciento.
Consultado por el diario El Economista, el presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) apuntó que el retraso en la temporada abierta se debe a cuestiones técnicas entre Pemex y la comisión que no permiten determinar la metodología para llevar a cabo el transporte del combustible y determine el precio para los expendedores.
“No es algo que se haya hecho en México antes, pero la buena noticia es que se pudo rectificar en el momento y se repetirá para encontrar las mejores opciones”, explicó Guillermo García Alcocer.
Por su parte, los empresarios lamentaron que no exista competencia, pues al no poder importar su propia gasolina sin que represente un impacto en el precio al consumidor, en la práctica sólo pueden recurrir a un proveedor, en este caso Pemex.
“Ni siquiera están determinados los proveedores. Ellos hablan de muchos proveedores, pero están como nosotros, con la incertidumbre, porque no tienen siquiera las reglas para importar la gasolina, no hay poliductos que no sean de Pemex, no hay transporte de otras marcas”, apuntó el director general de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), José Carlos Femat.
El proceso de liberación continuará el 15 de junio en el resto de los estados de la frontera norte.
