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Decenas de niños cercanos a la isla de Langeoog, en Bremen, Alemania, se llenaron de alegría al encontrarse con miles de huevitos kinder regados por toda la zona, la mañana de este viernes 6 de enero.
Los pequeños recogieron todos los juguetes que pudieron y se tomaron fotografías que posteriormente compartieron en sus redes sociales. Sin embargo,
tras el contento de sus hijos, los padres de familia reportaron que en realidad se trataba de un problema ambiental.
“Esto ya no es divertido. Los Kinder están ensuciando el entorno y son muy peligrosos para los animales”, dijeron.
Por ello, el alcalde de la localidad, Uwe Garrel, coordinó la limpieza del lugar para así evitar que los huevitos lleguen al mar y se conviertan en un riesgos para las especies que allí habitan.