Tras los desastres causados en por el sismo de 8.2 grados, registrado el pasado 7 de septiembre, en el municipio de Zinacantán, Chiapas, habitantes que resultaron afectados señalan que no han recibido ningún tipo de ayuda, ni por parte de las autoridades ni de alguna asociación.
Tal es el caso de la señora Catarina Gómez, cuya casa se vino abajo, el techo y las paredes quedaron sobre las camas donde descansaban, como ella misma relata:
“Cuando levantamos ahí estaba mi esposo y mi hijita y yo, cuando cayó este, estaba así mi cabeza así, se hinchó mucho y mi esposo se fracturó su pie, no puede caminar”.
En Zinacantán, decenas de “pisos firmes”, que fueron entregados como parte de un programa de apoyo a la vivienda, resultaron con afectaciones mayores, y a seis días del temblor, los damnificados señalan que la ayuda no ha llegado.
“No nadie, solo vino personas pero ya demasiado tarde, fuimos en el hospital dice que no hay medicina no me dieron nada”.
En el municipio varias escuelas también presentan afectaciones y mientras se hace la revisión de los inmuebles, los niños no han podido asistir a clases, como señaló Jorge Gómez, profesor del Jardín de Niños “Justo Sierra Méndez”, que sufrió daños en sus bardas perimetrales, las cuales cayeron encima de un área de salones, por lo que Protección Civil inhabilitó todo el plantel.
Además, el techo de la iglesia de San Lorenzo Martir también se colapsó, en este lugar las figuras de algunos santos cayeron del altar, permaneciendo en lo que queda del templo solo unas cuantas veladoras prendidas.
