Científicos confirman el deslizamiento de Baja California hacia el Pacífico

La comunidad científica se impresionó cuando repentinamente en el mes de enero de este año, hizo erupción el volcán Tonga que desapareció en las profundidades del Océano Pacífico junto con la isla del mismo nombre. ¿Qué pasa con la tierra tan inquieta?

Ciertamente hay movimientos telúricos que de la nada irrumpen violentamente en la biósfera. Pero hay algo de lo que no mucho se habla, pero que sí ha llamado la atención de los estudiosos del tema. La península de Baja California mucho más pronto de lo que se ha previsto, puede moverse en un desplazamiento hacia el oeste, que la va a desprender totalmente de México. ¿Especulación?… No. Esto tiene una base científica.

Lo digo con total responsabilidad, pues aquí, a los de Protección Civil ni siquiera les llegan los informes actualizados y únicamente se activan cuando tienen el problema encima, como los deslizamientos en la colonia Camino Verde y otros más que han ocurrido como los derrumbes de colonia Rubí de febrero de 2018 y, les digo con toda certeza… Todo eso está previsto en el mapa de riesgos de San Diego que, estoy seguro, aquí ni siquiera conocen.

Pero bien, vamos al Golfo de California frente a las costas de Loreto, donde hubo un evento telúrico el viernes 21 de enero, con una magnitud de 5.3 que llamó mucho la atención. Ustedes deben saber que hay muchísima actividad tectónica debajo del piso submarino de todo el Mar de Cortés.

Este movimiento parece que ha causado un efecto dominó hacia el norte, lo que activó a todas las dorsales que conectan con la falla de San Andrés, lo que ya es monitoreado en forma constante, por lo inusual del caso.

Recuerden que se sigue esperando el famoso BIG ONE, el que va a separar la península de México y posiblemente haga ingresar al Golfo de California a través de la falla de Laguna Salada hacia territorio estadounidense hasta el Salton Sea, que romperá en forma abrupta el ritmo de traslado de dos pulgadas al año de acuerdo a los tiempos geológicos.

Para que un evento de tal naturaleza ocurra, son estas señales las que meten en apuros a los geólogos, que dan interpretaciones que van desde posibles enjambres sísmicos a movimientos telúricos aislados pero no.

Esto ha sido diferente y por eso, a partir de ya, el seguimiento a cualquier sismo que es anotado inmediatamente en bitácoras.

Y este tipo de actividad preocupa, pues ya lo había publicado el Laboratorio de Sismología de la Universidad de Berkley en el 2010: «Allí abajo, en los pantanos salados donde el río Colorado desemboca en el océano (Mar de Cortés), la tierra se está desgarrando lentamente, como si se abriera una cremallera a cámara lenta, diente a diente».

Es una apertura del fondo marino como un zipper gigantesco.

Es más notoria en la parte sur del Golfo de California, donde se encuentran precisamente las dorsales más activas y que han comenzado a ser estudiadas y monitoreadas, sobre todo en la conocida como Cuenca de Pescadero y, por cierto… ¿Sabían que la temperatura del mar ha subido en Mazatlán?

Hoy la intención es que, así como se estudian y monitorean los volcanes de superficie, se ponga mayor atención en los del fondo marino, que son muy activos y pueden detonar en un evento tectónico muy violento, que modificará para siempre la geografía.

La información es muy importante, para estar siempre prevenidos