Yolanda Quintero Sánchez, de la ciudad de Uruapan, Michoacán, ha iniciado una campaña para recolectar un millón y medio de pesos que requiere para sacar de una prisión en China a su hijo Diego Fernández Quintero, acusado de agredir a un adulto mayor.
En dos semanas, la madre del joven también originario de Uruapan tendrá que entregar a las autoridades de China 500 mil yuanes, equivalentes a un millón y medio de pesos mexicanos; de lo contrario, su hijo permanecerá en la cárcel de 7 a 9 años.
Yolanda Quintero inició una colecta para reunir la cantidad millonaria que les exigen para resarcir el daño.
“Estamos vendiendo, estamos haciendo rifas, estamos boteando. Ha sido muy exitosa la campaña, ha habido mucho interés de parte de la ciudadanía de toda la República, pero nos falta todavía recolectar, no hemos llegado a la meta pero lo vamos a lograr, sé que me voy a traer a mi hijo de allá”, aseguró Yolanda Quintero.
La madre de Diego Fernández Quintero ha recurrido al apoyo de instancias gubernamentales, privadas y sociedad en general, para recabar, hasta el momento, el 60 por ciento del monto total que se necesita para traer de vuelta a Michoacán al joven uruapense.
El recuento de los hechos
En febrero de 2017, los hermanos Diego y Alejandro Fernández Quintero viajaron a China para laborar como docentes, sin embargo, la noche del 1° de abril cuando regresaban a su alojamiento tuvieron un altercado con un vigilante de edad avanzada al que Diego agredió físicamente.
Horas más tarde, ambos hermanos fueron detenidos acusados por la vía civil de agredir al hombre de la tercera edad, delito altamente castigado en el país asiático, sin embargo, Alejandro, el menor, fue liberado sin cargos días después.
Por el contrario, Diego permaneció en prisión dos meses hasta que le concedieron la libertad condicional que venció en noviembre, fecha en la que nuevamente fue aprehendido.
Desde entonces, el joven ha permanecido en la prisión donde, a decir de la embajada mexicana en China, se encuentra en buenas condiciones físicas; su hermano, Alejandro, permanece en la ciudad de Beijing y se niega a abandonar el país asiático hasta que su compañero de viaje no sea liberado.
