«Ponerse vulnerable da mucho poder», afirma el cineasta Hari Sama en el FICM 2019 cuando habla de Esto no es Berlín, su sexto largometraje en la silla de dirección. Sus palabras vienen acompañadas de una sonrisa enorme; como la de aquella que ha superado un reto difícil –de esos que, a ratos, parecieran imposible–. «Creo que eso me pasó con esta película. Fue un proceso de ponerte muy vulnerable, de exponerte de una forma muy particular. Pero siento que salgo muy transformado como persona y como director».
Inspirado parcialmente en sus propias memorias, Hari Sama presenta una historia sobre los sueños de rebeldía y libertad que inundaron las mentes de la juventud en la década de los 80. En aquellos momentos en los que México se recuperaba del duro terremoto de 1985 y estaba alistándose por la llegada del Mundial del futbol, hubo quienes sólo se preocuparon por definir su personalidad y por encontrarse a sí mismos en un mundo cada vez más asfixiante.
«Mucho de lo que se ve en la película está tomado de mi propia vida», explica el también director de El sueño de Lu. Para él, aquella época tuvo un gran significado en su vida, «no solo como en mi propia búsqueda de identidad sino para entender que mi camino iba a tener que ver con el arte y que era la mejor forma de comunicarme con el mundo».
La vida noctura y contracultural de aquella época es musicalizada con lo que Hari describe como el soundtrack de su vida. «La adolescencia te marca de una forma contundente. Y aunque trato de escuchar lo más nuevo que hay, la neta se te queda tatuado con lo que creciste. Es la música con la que yo crecí. Yo soy post punk de sangre. Es una cosa que te agarra de chico y ya no te suelta», explica entre risas.
Esto no es Berlín es protagonizada por Xabiani Ponce de León (Aquí en la tierra), José Antonio Toledano (Guardianes de Oz), Mauro Sanchez Navarro (Señora Acero) y Ximena Romo (Un extraño enemigo), una nueva generación de talentosos actores que, gracias al director de Sunka Raku: Alegría evanescente, descubrieron a una generación que vivió con la mente llena de sueños de libertad. «Gente que intentaba recuperar las calles, de encontrar su lugar en la sociedad», le dijo Toledano a la prensa mexicana.
