La administración de Trump ha levantado las protecciones ambientales con el fin de reemplazar las barreras de vehículos existentes a lo largo de un tramo de la frontera entre Estados Unidos y México en Nuevo México que los funcionarios llaman “un área de alta entrada ilegal”.
“Actualmente existe la necesidad de construir barreras físicas y caminos en las cercanías de la frontera de los Estados Unidos para impedir los cruces ilegales en el área del proyecto”, dijo el secretario de seguridad nacional, Kirstjen Nielsen, en el aviso.
El área designada es parte del sector El Paso de la patrulla fronteriza de los EEUU que funcionarios federales dicen que sigue siendo una ruta activa para el tráfico de personas y el tráfico de drogas. En 2016, las autoridades dijeron que la patrulla fronteriza en el sector arrestó a más de 25,000 inmigrantes sospechosos de intentar ingresar ilegalmente al país y se incautaron 30,000 kilos de marihuana.
Esto marca la tercera vez que la seguridad nacional bajo Donald Trump ha utilizado amplios poderes bajo una ley de 2005 para suspender leyes como la Ley de Política Ambiental Nacional y la Ley de Especies en Peligro de Extinción por las barreras fronterizas. En septiembre, renunció a las revisiones de un tramo de cinco kilómetros en Calexico, California.
La administración de George W. Bush emitió cinco exenciones anteriores para levantar las protecciones ambientales en 2008. Pero los críticos dijeron que las exenciones son un alcance excesivo y una amenaza para el medio ambiente. Brian Segee, abogado principal del Centro para la Diversidad Biológica, dijo que las autoridades federales están renunciando a más de 30 protecciones ambientales para acelerar la construcción del área de la propuesta en torno a Santa Teresa, Nuevo México.
“La administración de Trump no se detiene ante nada para atravesar este muro fronterizo destructivo”, dijo Segee. “El muro divisorio de Trump es un desastre humanitario y ambiental, y no hará nada para detener el tráfico ilícito de drogas o humanos”.
La administración ha insistido en que el financiamiento de nuevos muros sea parte de cualquier acuerdo de reforma migratoria pendiente, pero Donald Trump no ha tenido claro cómo debería diseñarse. La administración solicitó $ 1.6bn este año para construir o reemplazar 118km de barreras en el valle del Río Grande de Texas y San Diego y planea solicitar otros $ 1.6bn el próximo año.
Con información de The Guardian
