¿Podríamos colisionar con universos paralelos?
La simple idea de que existan mundos o universos paralelos al nuestro -en donde los dinosaurios aún gocen de buena salud o los perros vistan como personas y dirijan todo lo que pasa en el mundo- parece sacada de la mente de genios como Ray Bradbury o Isaac Asimov. Sin embargo, hay científicos que se han planteado esta posibilidad mucho antes de la aparición de obras fantásticas como Fahrenheit 451 o I, Robot.
De acuerdo con esto, hacia finales del siglo XIX, el filósofo y psicólogo William James propuso el término ‘multiverso’ -proviene de la palabra en inglés multiverse, que es la forma compactada de decir “múltiples universos”- para unir bajo un mismo grupo a todas las teorías e hipótesis sobre la posible existencia de universos múltiples que han conmovido a gran parte de la comunidad mundial científica desde aquel entonces.
Unas décadas después, hacia 1957, el físico estadounidense especializado en mecánica cuántica… un momento: ¿alguno sabe de qué se trata la mecánica cuántica?
Esta rama de la física describe la multiplicidad de estados que puede asumir cualquier sistema físico a través de ecuaciones matemáticas -aquí priman los números y las deducciones por sobre los elementos tangibles-. Lejos de estar desacreditadas, las producciones de la mecánica cuántica responden a muchos de los dilemas que la física clásica jamás podrá resolver. Entre otras cosas, se les debe la existencia del átomo y la conformación de su estructura y, por supuesto, las diversas teorías sobre los universos múltiples. Por otro lado, y en un plano más económico y calculable, el 30 por ciento del PBI anual de Estados Unidos depende de técnicas derivadas de esta rama d la física.
Ahora sí: retomamos el recorrido histórico. Hacia 1957, el físico estadounidense especializado en mecánica cuántica Hugh Everett enarboló la Interpretación de Múltiples Mundos -MWI por sus siglas en inglés-. En líneas generales, este postulado, que se basa en estimaciones bien complejas y muchas ecuaciones, afirma que existen varios o infinitos universos que no interactúan entre sí y que todo lo que podría haber ocurrido en nuestro pasado, pero al final no sucedió, ocurrió en el pasado de algún otro universo.
El desarrollo del norteamericano fue descalificado porque su descripción un tanto difusa y, además, estaba en pugna con el Schrödinger’s cat, una paradoja básica de la mecánica cuántica planteada en 1935.
La desaprobación de la MWI no desmotivó a los investigadores de las décadas venideras. De hecho, Howard Wiseman, Dirk Deckert y Michael Hall publicaron recientemente un estudio en el que, a partir de postulados cuánticos, sostuvieron la posible existencia de una cantidad finita de universos que, a diferencia de lo que planteó Hugh Everret, tienden a interactuar. ¿Esto implica que haya posibilidad de colisionar? La respuesta a la que llegaron es que no. Según dichos científicos, estos se repelen porque jamás podrán ocupar una misma posición durante un mismo momento.
Así, la la multiplicidad sigue sindo un postulado respaldado, pero sin la posibilidad de impacto: los mundos coexistentes siempre tenderían a superponerse sin que nosotros los percibamos. Así que puedes estar tranquilo, al menos por ahora.
Habrá que esperar a que la ciencia de con nuevos desarrollos tecnológicos o una corriente de la física emerja para dar otras respuestas. Mientras tanto, podemos disfrutar de series y películas de ciencia ficción para dejar que la mente vuele con la existencia de los múltiples universos.