Aeroméxico estrena a Quetzalcóatl.
Se llama Quetzalcóatl
Es el primero de los 10 aviones Boeing 787-9 Dreamliner que recibe Aeroméxico, tras su compra en 2012. Se estima que su vuelo inaugural, con destino a París, sea a mediados de noviembre. Posteriormente, volará a Madrid y, a partir de 2017, a Londres, Ámsterdam, Tokio, Shangai, Nueva York y Santiago de Chile.
Aeroméxico espera la llegada de otras dos aeronaves antes del fin de 2016.
Presume diseño mexicano
La decoración del fuselaje es obra de Juan Manuel Escudero, originario de Xalapa, quien ganó un concurso desarrollado por la aerolínea. Su diseño fue seleccionado entre más de 400.
“Este avión es el más lindo que he visto en mi experiencia, yo creo que grita México”, opinó Donna Hrinak, presidenta para Boeing en Latinoamérica, durante la presentación de la aeronave, el 20 de octubre, en el hangar de la aerolínea en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Es eco amigable
Comparado con otros de su categoría, es un avión más ligero, gracias a su estructura de fibra de carbono. Emite 57 por ciento menos contaminación auditiva en despegue y aterrizaje, consume 23 por ciento menos combustible y emite 20 por ciento menos bióxido de carbono.
Le caben casi 300 pasajeros
El modelo tiene capacidad para 274 pasajeros (30 asientos más que el 787-8 Dreamliner), 36 son en clase Premier y 238 en clase Turista.
Todos los asientos presumen un diseño exclusivo desarrollado por la firma Territory London. En la cabina de Clase Premier, los asientos se inclinan 180 grados para transformarse en camas y todos sus pasajeros tienen acceso al pasillo, sin tener que molestar al vecino.
Tiene un bar a bordo
Los pasajeros de la clase Premier también gozan del nuevo espacio Premier, una barra que divide las dos clases del avión, donde pueden tomar agua embotellada, servirse café recién hecho, champaña, destilados y botanas.
Es más estable
“Por su diseño y el ajuste de las alas, tiene un mucho mejor desempeño cuando se presenta turbulencia”, presumió Andrés Conesa, presidente de Grupo Aeroméxico, durante la presentación en el AICM.
Combate el jet lag
Entre las comodidades destacadas, están sus ventanas más grandes con control digital y mayor espacio para equipaje de mano.
También promete mayor humedad en la cabina, aire más limpio y una presurización a nivel menor que el convencional. Todo lo anterior, en vuelos largos, se traduce en menos jet lag.
Ofrece mucho entretenimiento
Cada asiento tiene una pantalla táctil que mide 18 pulgadas en clase Premier y 11 pulgadas en clase Turista.
El sistema de entretenimiento a bordo ofrecerá dos canales de televisión en vivo, películas, series y discos, que en total suman 200 horas de entretenimiento, además del sistema seat-chat para comunicarse con otros pasajeros, y un sistema con información del vuelo en tiempo real.
Procura comodidad a todos
En el 787-9 Dreamliner, que realizará vuelos de larga distancia, viajarán tres pilotos, que cuentan con una zona de descanso para la tripulación o crew-rest, con dos camas. Los sobrecargos cuentan con el código para abrirla en caso de emergencia, y hay teléfonos para mantenerse comunicados.
Remplazará al Boeing 777
Los aviones 787 Dreamliner serán la insignia de la aerolínea para las siguientes décadas, añadió Conesa. Este avión es el primero que va a remplazar a los Boeing 777, que dejarán de operar en Aeroméxico a principios de 2018. En el futuro, la flota de 130 aviones de esta aerolínea sólo constará de dos tipos de aeronaves: 737 y 787. Con esta medida se busca un servicio más eficiente y homogéneo para los pasajeros.