Se trata de uno de los descubrimientos prehistóricos más importantes de Baja California
Los restos de un enorme mastodonte perteneciente a la época cuaternaria fueron desenterrados en Tijuana hace más de 5 décadas. Este hallazgo prehistórico supuso en ese entonces uno de los descubrimientos científicos más importantes de Baja California.
Corría el año de 1968 cuando el constructor Alberto Martínez encontró una serie de restos fósiles con una máquina excavadora mientras erigía una brecha para comunicar un fraccionamiento con la playa de San Antonio de los Buenos.
Entre los huesos se encontraban los de un enorme mastodonte de 3 metros de alto por 6 metros de ancho, así como los pertenecientes a caballos, tapires y otras bestias de la era.