Su padre abusó de ella durante muchos años, y los jueces en España jamás hicieron nada. La historia de una niña de apenas 9 años que grabó a su padre hablando de los abusos sexuales a los que la sometía deja atónito a cualquiera. La pequeña María (nombre que se le dio ficticio) y su madre denunciaron hace meses al progenitor pero el juez desestimó la denuncia
La pequeña sufría cuando se quedaba a solas con el hombre. Cada vez que le tocaba irse con él, la niña se negaba, gritaba en las puertas de su escuela que no quería estar a su lado, pero desgraciadamente la policía la obligaba a cumplir con el régimen de visitas impuesto por un juez. Sus padres estaban divorciados.
La madre de María denunció a su expareja por abusos sexuales, pero la autoridad nunca hizo nada. Fue entonces cuando la propia niña cansada de tantos abusos, se colocó una grabadora en el calcetín y grabó una conversación entre su padre y sus abuelos donde este reconocía que había abusado de ella.
La grabación, fue publicada en exclusiva por el periódico El País.
La pequeña busca pruebas para quienes no creían lo que alguna vez contó. De hecho, logró una confesión inculpatoria, pero sólo su madre confiaba plenamente en ella.
En una parte de la conversación, el padre le echa en cara que no quiera pasar tiempo con él.
¿Pero cuándo te he tocado yo?”. “Muchas veces”, contesta la niña. “Pero cariño, eso es para jugar”, le responde el padre.
“Es que no tienes que hacerme eso nunca, mi cuerpo es mío”. “Tu cuerpo es tuyo, efectivamente… Cuando tú decías que no te tocara, yo paraba”, le dice el padre. “Yo lo único que te estaba haciendo era cosquillas y estaba jugando contigo”.
Nunca nadie creyó, de hecho, el psicólogo que examinó a la niña dictaminó que su testimonio “carecía de estructura lógica”, que la niña mentía, por eso el juez no procedió.
El abuelo de la pequeña María intentaba mediar la situación explicándole a la niña que su padre le tocaba para lavarle.
Eso hay que asearlo muy bien y darle pomada”, dice el abuelo. “No, no, no, si yo sé por lo que la niña lo dice, si yo sé a lo que ella se refiere”, le corrige el padre.
La conversación terminó cuando la abuela desvía el tema hacia las muñecas de María. ¿Por qué nadie tomó en cuenta los testimonios de la niña antes de la grabación?, o mejor dicho, ¿por qué nadie creyó lo que contenía la grabación?
Las estremecedoras estadísticas revelan que el 87% de los abusos ocurren en el seno familiar.
Lamentablemente y en la mayoría de los casos de abusos a menores donde no hay rastros físicos, demostrar los abusos infantiles es muy difícil. En varias ocasiones, los jueces interpretan y consideran lógico que los niños inventen este tipo de acusaciones, pues según ellos, suelen ser promovidas por sus madres que se quieren quedar con la custodia total.
