Sitios contaminados o residuos peligrosos en nuestra comunidad
Por Eldda Cinthia Rodriguez Chavez
A lo largo de los últimos años, se ha hablado del calentamiento global y cómo las actividades del ser humano han generado un gran impacto en nuestro medio ambiente, dañando la flora y fauna, pérdida de calidad del aire, recurso hídrico y suelos disponibles.
La contaminación ambiental puede llegar a atentar en contra de nuestra salud por lo tanto es de gran importancia la divulgación de focos de contaminación en nuestra comunidad. Actualmente todos somos generadores de residuos, para la Ley General Para la Prevención y Gestión Integral de los residuos existen cuatro tipos de generadores: el gran generador, generador, el pequeño generador y el micro generador.
No todos generamos la misma cantidad ni tipo de residuo; actividades como las industriales, agrícolas o de servicios pueden llegar a producir residuos peligrosos; que de acuerdo con la misma Ley se define como residuos peligrosos “a aquellos que posean alguna característica de corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad o que contengan agentes infecciosos que les confieran peligrosidad”.
Estos residuos no están tan lejos de nosotros como podríamos pensar puesto que los podemos observar en nuestro entorno. La inadecuada disposición de los residuos ya sean industriales o residenciales afecta nuestra salud y la de los residentes más cercanos.
Tal fue el caso de la empresa “Metales y derivados” en la ciudad de Tijuana; que hace poco más de una década se señaló como sitio contaminado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA, 2014) misma que declaro que debido a un manejo inoportuno de residuos, se vieron expuestas al aire libre 8 toneladas de diferentes compuestos como: antimonio, arsénico y en mayores concentraciones; cadmio y plomo.
Según el Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACANN, 2001) La exposición de estos residuos al ambiente provocó diversas alteraciones en la salud de los residentes cercanos al sitio, provocando enfermedades en la piel, problemas gastrointestinales y respiratorios.
La remediación del sitio fue concluida gracias a la presión social de los residentes y la participación de la PROFEPA y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Es necesario empezar a observar nuestros alrededores para focalizar algún punto de contaminación peligrosa y poder informar a las autoridades correspondientes; en estos casos, la PROFEPA.
Usualmente podríamos suponer que estos residuos no se encuentran tan cerca de nosotros, pero los podemos encontrar tan simple como los residuos que se generar en una agencia automotriz o en productos como baterías, pilas eléctricas, pintura o hasta trapos usados para la limpieza de aceites (Emgrisa, 2015).
Es importante cuestionarnos las actividades comerciales e industriales a nuestros alrededores o incluso en un negocio propio. Todas las empresas generadoras de residuos peligrosos estar reguladas por instituciones como la SEMARNAT que son la autoridad a quien deben rendir cuentas.
Estas instituciones utilizan diferentes instrumentos, entre ellos las Normas Oficiales Mexicanas que establecen específicamente los tratamientos que deben de seguir según el tipo de residuos que genere la empresa, comercio o institución.
Existen casos en los que las organizaciones se deslinda de responsabilidades (caso de metales y derivados) y es necesaria nuestra participación como ciudadanos preocupados por la salud de la comunidad, de observar irregularidades se puede proseguir con una denuncia ante la PROFEPA por medio de correo electrónico, llamada telefonía (línea 800PROFEPA (7763372) y por medio del siguiente enlace: http://www.profepa.gob.mx/innovaportal/v/1156/1/mx/haz_tu_denuncia.html